Es que somos un equipo superofensivo, que ataca poco y mal. Sin profundidad, con poca verticalidad, que tampoco se caracteriza por chuts de media o larga distancia cuando el rival se te encierra, etc.
Somos superofensivos porque en nuestro propio campo, cuando la tienen nuestro portero o nuestra línea defensiva, encalamos a los laterales y abrimos a los centrales para que se descuelguen los mediocentros (o el que se acuerda de hacerlo), a fin de salir al toque del obvio pressing en despliegue del rival. Y eso ya es ser superofensivo, porque patatas. Eso y partirte cada vez que a mitad canalización de la jugada y ya en latitudes más elevadas, un error en el pase o en la contundencia de tus jugadores hace que la pierdas, momento en que te montan cada contra, aprovechando carriles interiores y espacios en zona 5/6 propia, que te rilas. Pero eso es ser superofensivo.