Clemenza escribió:Pues fíjate que si yo no he defendido a Unai, precisamente ha sido alegando lo contrario que tú apuntas: no me parecía un entrenador adecuado a las circunstancias del club.
A mí me parecía necesario un regeneracionismo profundo, algio que Unai lo ha hecho solo de manera paulatina, sin querer ofender a nadie, dando pasitos cortos y muchas veces desandándolos.
Lo que algunos ven como una virtud, yo lo he visto como un retraso grande. A mí me parece que esta temporada ha sido mucho más pragmático en su concepción futbolística y mucho menos en su concepción extrafutbolística. O mucho más teórico. Está aplicando mas rigidez y más justicia.
Y yo creo que las temporadas anteriores lo hacía al contrario. Por eso ahora le miro con otros ojos. Mientras no vuelva a cambiar de capítulo el libro.
Pues tenemos visiones opuestas de la misma película. Lo último que necesitaba el Valencia era convulsiones. En lo social se deshicieron, no con total limpieza dadas las circunstancias, de Soriano, Soler y la bacalá de Victor Visente. En lo deportivo ya dejó claro Unai que era para él lo mejor: la salida de Albelda. Albelda (no Emery, no Llorente) se enroca y decide terminar su contrato aquí. En este punto hay dos opciones:
- Tragar por el bien del club y trabajar con calma.
- Pegar un puñetazo en la mesa y que caiga la que cayó con Koeman.
Pegar un puñetazo en la mesa es fácil, todo el mundo sabe. Acertar con el momento o guardártelo ya requiere un ejercicio de abstracción y pragmatismo. Lo malo de poner los cojones encima de la mesa es que te los pueden pillar. El Valencia, en las circunstancias que estaba, necesitaba calma para funcionar a todos los niveles. Calma que yo agradezco y estoy seguro que el cuerpo técnico, la directiva y los jugadores, también.
A mí me hubiese gustado que se sacasen los cuchillos y que hubiese habido una catarsis, pero estoy convencido de que no era el momento.