¿Que mierda de educacion tenemos y queremos?

[Gartenzwerg]

Esta mañana, de camino al curro, he visto un hecho que me ha dejado entre estupefacto e indignado. Cosas como esta he visto muchas veces pero con una pequeña diferencia que vereis mas adelante. Vamos a ver:

Yo vvio por la zona del campo del Levante, cerca hay un Mercadona que da a la Avda. Alfahuir y en la acera de enfrente (son 8 carriles mas un jardin enmedio) hay una valla donde suelen poner carteles de conciertos, discos y demas. El caso es que ahora esta llena de carteles de las elecciones. El caso es que cruzando yo por la zona ajardinada me veo caminando por la acera de la valla a un tio de unos 40 tacos, calvo, con un crio de 6-7 años de la mano y otr@ en un carrito. Hasta ahi nada raro. Yo mirando a la calzada para cruzar me oigo RASSSSSSSSS, un cartel roto/arrancado. Me giro, pensando que era el crio y me veo al notas de 40 tacos arrancando un cartel detras de otro y tirando los papeles al suelo. Pero no creais que han sido 2 o 3, no, han debido ser por lo menos 6. Si eso lo hace el crio y el padre no le dice nada pues dices vaya mierda de educacion. Pero joder, que sea el padre el que va dandole ejemplo al hijo asi, pues a mi me ha mosqueado. Me ha parecido, mas que vergonzoso, patetico.

Luego este sera de los que va presumiendo de llevar a los hijos a un colegio privado hipemegapijo y encima le soltara una hostia al crio cada vez que haga algo que a el no le guste.

Ale, ya me quede tranquilo

[haddock]

Ayer esperaba con mi hija en un semáforo en rojo (peatones) para llevarla al cole (15h.). Se pone verde y nos ponemos a cruzar.

Viene un A3 rojo a 60km/h, con dos Jonatans, que había visto perfectamente el semáforo rojo y que estábamos a mitad de cruzar (2 carriles) y el hijoputa acelera y se nos adelanta.

Le pego un grito de mala ostia, y el muy desgraciado frena a unos 20m. después del paso cebra y se queda parado esperando ... cruzo a mi hija, la dejo en la acera y me voy hacia él encendido de ira y entonces acelera y se pira.

A veces me entran una ganas terribles de ser Charles Bronson....

[Llauraor]

la verdad es que es lamentable, la falta de educación y de decoro con los que la gente va por la vida son para echar a corer. Lo de arrancar carteles es un ejemplo para el hijo, pues imaginaos cuando el chaval sea mas grande y haga algo malo con que cara el personaje este lo alecionara, luego lo de acelerar en los semaforos en Valencia es digno de estudio.

[Joseriver]

Lo de arrancar carteles electorales es un clásico. Lo he visto aquí en Torrent (lo leen, miran a los lados, y zas, arrancan el papel y al suelo) y en la Universidad en las elecciones para el Claustro y para el Rectorado.

Pero vamos, a mí lo que me puede de verdad son los canis con coche. El rojo recién puesto lo consideran como un verde temporal, que pueden pasarlo sin problemas. En autovía/autopista no tienen problema en ir a lo Vin Diesel y pegarse al culo del coche para que les veas. Los Stop se convierten en Ceda el paso, y los Ceda se transforman en aire. Las luces de emergencia son mágicas, y da igual que dejes el coche en la puerta de un garaje, que con las luces no pasa nada. Y encima, les recriminas mínimamente y se rebotan.

En fin Serafín...

[sindelar]

Yo he visto a un padre aleccionando a su hijo (de unos 10 años) sobre cómo robar tomates en un campo. Lo tenía de vigía para que le avisara si llegaba alguien. Y encima era de los que se ponen chulitos si el amo del campo les pilla. Vaya ejemplo le estaba dando, y qué a gusto le habría pagado la vasectomía.

[Patchouli]

Yo tuve un profesor de Historia que nos dio alguna clase de cómo robar libros y discos de la FNAC xD

[Joseriver]

Yo tuve un profesor de Historia que nos dio alguna clase de cómo robar libros y discos de la FNAC xD

Hablando de eso, y haciendo un offtopic como una catedral, ¿en todos los Mercadona han puesto seguridad privada? Es que desde hace alguna semana veo al tipo paseando por los pasillos con el uniforme, y no sé si es para todos los Mercadona o en éste por ser el más grande de Torrent.

[Grifon]

A veces me entran una ganas terribles de ser Charles Bronson....

Efectivamente.
Con esta no te habría hecho falta ir hacia los Yonatans encendido de ira, ni siquiera te habría hecho falta dejar a la peque en la acera.

Y sí, el civismo no ha sido nunca el fuerte de las sociedades mediterráneas. Aquí se suele jalear e incluso admirar a los impresentables y se suele tratar de poco menos que retrasados a los que siguen las normas. Así nos luce el pelo, en todos los aspectos.

Hablando de eso, y haciendo un offtopic como una catedral, ¿en todos los Mercadona han puesto seguridad privada? Es que desde hace alguna semana veo al tipo paseando por los pasillos con el uniforme, y no sé si es para todos los Mercadona o en éste por ser el más grande de Torrent.

Yo en los de Cullera no he visto aún a ningún segurata. De hecho no me suena haberlos visto nunca en un Mercadona. La primera noticia que tengo.

[tonino]

Dónde más maleducados veo suele ser, al margen de en el coche, en el Metro. Los chavales estos que se espanzurran en el asiento con los pies extendidos que les llegan casi hasta los asientos de enfrente y que no los retiran ni de coña, los que ponen las patas en el asiento cómo si fuesen los sofas de su casa y los que llevan las mochilas al hombro y te las clavan en el esternón tienen un bofetón...

[Tolova]

Dónde más maleducados veo suele ser, al margen de en el coche, en el Metro. Los chavales estos que se espanzurran en el asiento con los pies extendidos que les llegan casi hasta los asientos de enfrente y que no los retiran ni de coña, los que ponen las patas en el asiento cómo si fuesen los sofas de su casa y los que llevan las mochilas al hombro y te las clavan en el esternón tienen un bofetón...

y con la música a toda hostia para que la escuches cuando no te importa una mierda

[Sr_Munny]

Este año tengo una asignatura que trata la relación de la educacion con la sociología y nada mas puedo decir que cuando te paras ha analizar ciertas cosas los resultados son cuanto poco sombríos.

[Grifon]

Un poco de necesidad y unas cuantas ostias (no necesariamente literales) y la tontería se reducirá drásticamente.
En este país vamos camino de arreglarlo.
Lo malo del sistema "natural": que pagan justos por pecadores, pero en el fondo todos nos lo hemos buscado.

[Dafne]

Si, hay muchos estudios de sociología hoy día...demasiados. Y también está quedando claro que la educación obviamente ya no es lo que era, que los jóvenes ahora son mucho más maleducados, y que antes "no pasaban estas cosas".

Bueno, quizá ya no se respeten los mismos valores, y lo más probable es que algunos básicos e importantes se hayan perdido.
Pero también sería bueno, que en vez de criticar tanto todo lo mal que lo estamos haciendo, de vez en cuando... se hablase de las cosas menos negativas de la educación de ahora.
Porque sí, hay niñatos y gente impertinente por todos lados. Pero también yo he visto en el metro levantarse a chicos de 14-17 años para que se siente una mujer pues de unos 58, por poner un ejemplo.

Pero sí, yo he escuchado decir a un tío de unos 17 años: -Si tuviese un hijo gay me avergonzaría de él. Y este comentario, no se le ha inculcado en la educación que en estos tiempos se imparte, ¿no?

No todo está perdido todavía xD

[Drakul]

Amigos, nos estamos haciendo mayores. Yo también soy de los que empiezan a no entender a la gente y cuanto mas jovenes peor. Soy el organizador de la liga de fútbol municipal y además juego en otra liga. Las ligas locales empiezan a quedarse sin gente joven. Y yo considero que el deporte es una base fundamental de la educación de una persona, te da capacidad de sufrimiento, de trabajo, de colaboración con gente en equipo, de relaciones sociales... La gente mas joven se queda jugando a la play station o algo, porque me parece increíble que haya tan pocos jóvenes dispuestos a jugar al fútbol.

[Dafne]

Amigos, nos estamos haciendo mayores. Yo también soy de los que empiezan a no entender a la gente y cuanto mas jovenes peor. Soy el organizador de la liga de fútbol municipal y además juego en otra liga. Las ligas locales empiezan a quedarse sin gente joven. Y yo considero que el deporte es una base fundamental de la educación de una persona, te da capacidad de sufrimiento, de trabajo, de colaboración con gente en equipo, de relaciones sociales... La gente mas joven se queda jugando a la play station o algo, porque me parece increíble que haya tan pocos jóvenes dispuestos a jugar al fútbol.

Eso también es cierto... Pero tranquilo, yo llevo unos 8 años viendo partidos de mi hermano desde que empezó de chavalín, y no te podría decir el nombre de todos los equipos contra los que ha jugado, y muchos de esos equipos tienen su escuela con varias categorías y tal.
Quiero decir, que sí hay muchos clubs por todos los pueblos de la huerta, y más allá jajaja =)
Por ponerte un ejemplo, mi pueblo no es demasiado grande y tiene dos escuelas de fútbol :D

[CHR]

Amigos, nos estamos haciendo mayores. Yo también soy de los que empiezan a no entender a la gente y cuanto mas jovenes peor. Soy el organizador de la liga de fútbol municipal y además juego en otra liga. Las ligas locales empiezan a quedarse sin gente joven. Y yo considero que el deporte es una base fundamental de la educación de una persona, te da capacidad de sufrimiento, de trabajo, de colaboración con gente en equipo, de relaciones sociales... La gente mas joven se queda jugando a la play station o algo, porque me parece increíble que haya tan pocos jóvenes dispuestos a jugar al fútbol.

Pues imagínate, si está pasando en el fútbol que es el deporte por excelencia en España, en general en otro tipo de deportes o actividades físicas menos aun.

Es una pena, la verdad. Yo también considero ya no el deporte, sino el realizar algo de actividad física de manera más o menos regular muy importante, no solo para la educación de las personas sino para su bienestar.

[Drakul]

Ya dafne, pero van mientras son pequeños y los llevan los padres. Ya te digo, yo con 37 años juego en dos ligas de fútbol (vale yo soy un enfermo) y te aseguro que en este tiempo de jugar he visto como la población aumentaba y la cantidad (y la calidad general) de los chavales en fútbol se empequeñecía muchísimo. Es cierto que las escuelas de fútbol están en general trabajando bien y salen menos jugadores pero mejores, pero mi referencia va mas a los amateurs, donde en todas las ligas la edad media está rondando los 30.

[AjaX]

Pues por eso Drakul. Te ven a ti como ejemplo de futbolista amateur y huyen del futbol.

[Dafne]

Ah, vale :)
Bueno, también es eso verdad... mi hermano ahora tiene 16 años, y parece que ya se va implicando un poquito más y va de muy buen gusto a entrenar y a jugar.
Pero hace 2 años por ejemplo, cuando llegó agosto y sus amigos salian por las noches y el no podía porque empezaban los torneos y la pretemporada, se cabreaba, y llegó a decirle a mi padre que quería dejarse el fútbol.

Claro, mi padre le puso cara de: me rompes el corazón como hagas eso xD y al final siguió.
Por eso te hablo de este mundillo de las escuelas y todo eso, porque he visto a muchos niños jugando... del fútbol amateur ya no sé casi nada jeje.

[Patchouli]

Hablando del fútbol base, luego está el tema de la actitud de muchos padres...


Mi padre es un hooligan

http://www.abc.es/20110316/sociedad/rc- ... 52352.html

Angel Andrés Jiménez Bonillo, licenciado en Filología Hispánica y profesor en el Colegio Maravillas de Benalmádena (Málaga), las ha pasado canutas. Tiene 33 años, arbitra partidos de fútbol base y todos los fines de semana se preparaba a conciencia para recibir un chaparrón de quejas desabridas, insultos feroces y broncas. Incluso le han partido la cara. «Hace unos años, un energúmeno saltó de la grada y me agredió; me dejó noqueado en el suelo», recuerda. Estaba pitando un partido de juveniles. Los médicos le tuvieron que atender ahí mismo, tendido sobre el césped. «Lo gordo es que los chavales se habían portado divinamente», apostilla.

Pese a todo ese currículum, Ángel Andrés prefiere evocar otra anécdota, menos truculenta pero quizá más reveladora. Un día le tocó arbitrar un partido de cadetes. Acabó 3-2. Fue un encuentro bonito, disputado y emocionante, pero en absoluto violento. Al pitar el final, se acercó a saludarle un futbolista del equipo derrotado. «Enfilábamos ya el camino de los vestuarios cuando el chico vio cómo su gente, los aficionados de su propio club, me estaban diciendo auténticas barbaridades. Entonces, el chaval me señaló y les gritó: ‘Un poco de respeto para este hombre’». Jiménez Bonillo agradeció el gesto, pero aquello le pareció «el mundo al revés»: un muchacho de 15 años daba lecciones de educación a un montón de adultos. «Pero eso es raro –lamenta–; lo normal es que a esa edad los chicos no tengan tanta personalidad y se dejen llevar por la actitud del público, que además suelen ser sus padres, parientes y amigos».

Las aventuras de Ángel Andrés no son especialmente extrañas. Cualquier árbitro español de categorías menores maneja una abultada hoja de agravios. El último fin de semana, en Galicia, el colegiado José Miguel Sayar Celestino tuvo que suspender el partido de fútbol siete Tomiño-Rápido de Bouzas porque una madre invadió el campo para increparle. Los jugadores apenas tenían 10 años. Otro ejemplo reciente: el pasado sábado, un futbolista del Arratia sufrió un ataque de ansiedad en el campo del SP Lutxana (Vizcaya), durante un partido de infantiles, mientras varios padres se enfrentaban y se cruzaban gruesos insultos. El muchacho, de 12 años, tuvo que ser trasladado al hospital. Finalmente, todo quedó en un susto; pero tantos incidentes merecen una profunda y urgente reflexión.

La Federación de Fútbol de Murcia emprendió hace dos años una investigación para medir la violencia verbal en categorías infantiles. Durante toda una temporada, diez informadores fueron acudiendo, por sorteo y sin previo aviso, a todos los campos. Veían el partido, anotaban lo que se decía y quién lo decía. «Hay insultos para todos los gustos», ratifica Bartolomé Molino, presidente del Comité Antiviolencia de la Federación. «Uno de los que se suelta con mayor facilidad es ‘dale fuerte’. Parece tener menos carga peyorativa que otros, pero su mensaje es realmente terrible. Animan a sus propios hijos a cometer actos violentos». Porque en esta película de terror sí que hay culpables. Los padres. «Causan el 80% de los problemas –zanja Molino–. Y, según nuestros datos, las madres son incluso más viscerales, quizá porque entienden como una agresión contra su hijo cualquier lance normal del juego».

Mientras las madres se desgañitan, algunos padres se ven súbitamente abducidos por el espíritu de Mourinho: dan órdenes, corrigen posiciones, claman contra el árbitro y, quizá sin pretenderlo, cargan a sus hijos con fardos imposibles de llevar... Salva Royo, presidente del Valvanera de Logroño, lo vivió hace unos años, en el torneo de fútbol base que organiza su club: «Había un padre que siempre se colocaba detrás de la portería que ocupaba su hijo. No paraba de darle instrucciones. Le presionaba y le presionaba hasta que el chaval no aguantó más y rompió a llorar. El árbitro tuvo que parar el partido».

La presión paterna se palpa en el campo de fútbol, pero también se vive en otros deportes. Pepu Hernández, exseleccionador nacional de baloncesto y actual técnico del Joventut, narra dolorosos casos reales: «No son la generalidad, pero existen y un solo individuo puede contaminar la convivencia de todo el grupo. Hay padres que llevan las estadísticas de los entrenamientos e incluso llegué a saber de uno que le daba la paga a su hija según los puntos que metía en el partido».

Como cualquiera puede suponer, semejante conducta se graba a fuego en el chaval: «Los niños están en pleno proceso de formación del autoconcepto, de su autoconfianza, de la capacidad para tomar decisiones y resolverlas», explica Fernando Gimeno, profesor de Psicología del Deporte en la Universidad de Zaragoza. «Y los chicos buscan el reconocimiento de sus padres. En estas circunstancias, el mensaje de ‘yo quiero que seas el mejor y no puedes fallar’ resulta mucho más negativo que el de ‘esfuérzate, haz lo que puedas y disfruta’. Cuando un padre se obsesiona por que su hijo brille (y no solo en el deporte), eso suele acabar mal».

Gimeno ha dirigido varios programas de prevención de la violencia en el deporte base y recomienda huir de los estereotipos: «Conozco a muchas personas que son educadísimas y que, sin embargo, cuando ven a su hijo jugando al fútbol pierden la cabeza. Insultan, chillan... No se reconocen. Ésa es la complejidad del deporte escolar: personas que no son antisociales caen en conductas antisociales». El árbitro Jiménez Bonillo también pide huir de las generalizaciones fáciles: «Hay muchos tipos de padres. La mayoría se conforma con ver disfrutar a sus hijos. Pero también he visto tarados que se pasan el partido subiendo y bajando de la grada, gritando, metiendo presión al entrenador, al árbitro... y a su propio hijo».

Esta actitud opresiva, aunque ambientada en el baloncesto juvenil, protagoniza el cortometraje ‘Seis contra seis’, dirigido por Marco Fettolini y Miguel Aguirre. La película circula por la red y cuenta con la colaboración de algunos rostros célebres del deporte español: Pepu Hernández, Iturriaga, los hermanos Llorente...

«Lo hice encantado –asegura Pepu–. El mensaje del corto me parecía oportuno: los chavales, ante todo, quieren pasárselo bien. No todos llegan a la élite y ellos lo saben, pero siempre les ha de quedar la amistad, el grupo, la convivencia...». Algunos psicólogos incluso recomiendan eliminar todo rastro de competitividad de las canchas, al menos en edad escolar. Para el exseleccionador nacional, sin embargo, este remedio resulta demasiado burdo: «No me gusta llegar al extremo de apagar los marcadores para que los chicos no sepan si van ganando o perdiendo. Desde que coge un balón, el crío tiene una competitividad natural. Se trata de saber encauzarla. Enseñarle a perder y enseñarle a ganar».

Y en esa batalla cotidiana también bregan los medios de comunicación, demasiado acostumbrados a las hipérboles deportivas: «Se utilizan con demasiada facilidad las palabras crack y bluf. Un chaval es un crack porque hace un partido bueno y a las dos semanas es un bluf porque ha hecho un partido malo. Hay que tener más tranquilidad. Las prisas son fatales, sobre todo en el periodo formativo», aconseja Pepu.

La pelota está en el tejado de los padres y de los entrenadores. Si creen que están criando a un Ronaldinho, quizá les convenga escuchar a Fernando Torres, hoy jugador del Chelsea: «Con mi padre no hablaba de fútbol. Nunca se metió con el árbitro ni con el rival. Y tampoco me cogía para decirme cuándo debía disparar. Jamás me metió presión». No parece mala receta: su hijo ha acabado siendo campeón del mundo.