Pues eso es lo peor. Que como no estamos todavía en la mierda, no se toman decisiones. Es decir, tirar al entrenador a ver si el efecto gaseosa del que entre nos lleva cuatro o cinco puestos mas arriba.
Ahora, pues ahí estamos, vegetando entre el 15 y el 17, y parece que no sea tan dramático.
Y cuando lleguen las últimas jornadas de liga, verás las risas, sin tiempo para buscar un revulsivo.



