Miroslav escribió:Obviamente que todos hemos de tratar de ser mejores. Igual que aquí no dudo que casi el 100% rechazamos cualquier tipo de racismo, entre otras conductas moralmente repudiables. Lo que no podemos hacer es imponer la tiranía de lo sentimentaloide. Porque el mundo no para, porque el mundo es como es y no como el ideal de su propio "debiera ser". Porque hoy es Cala, mañana será Damián y pasado será Luis Suárez. O el que sea. Y al central de turno le darán patadas, le morderán, le pellizcarán en un córner o le estarán todo el rato diciéndole "hay que ver lo bien que la chupa tu hermana" o "eres un nigga apestoso" o "tu padre se folló a tu madre por el culo, porque eres feo como la mierda". Y eso pasará. Porque el mal existe. Y no vamos estar viendo machismo, etnicismo, racismo, odio a los disminuidos físicos, prejuicios varios y demás cosas en cada insulto que haya. Y lo siento, pero insultos en este tipo de deportes han habido hay y habrán. Y porque en la batalla, cuando se trata de imponerse al oponente, no todos son Pierre de Coubertin.
Y en esas, quien debe hacer es quien tiene cámaras a tutti por el campo y quien controla los derechos de imagen de la liga, que a su vez es quien garantiza la seguridad y el adecuado desarrollo de la misma. Y esos son los que deben poner freno a actitudes indeseables. Por contra, nuestros jugadores han de salir como tú cuando sales a las 3 de la mañana a la calle y está todo oscuro y vacío, a saber con extremo cuidado porque el mal acecha. Y preparado. Un mal que no debería existir, que entre todos hay que tratar de erradicar, pero que existe como ha existido siempre.
Y nuestros jugadores fueron débiles. En lo futbolístico, un montón y luego en su decisión en relación a este asunto. Porque como digo quien ha de tomar cartas es La Liga y si las toman tus jugadores, lo que no pueden es plantarse para desplantarse 13 minutos después, palmando un cambio, palmando dinero de una tarjeta, dejando jodido a un compañero y con el rival con el agresor jugando y sonriendo. Y ni perder el partido ni perder 20 partidos. O el rival se implica como tú en la lucha contra lacras como ésta y le pones en un envite, o no hay más partido. Y que el agresor salga en las noticias de todo el mundo. Lo que no podemos hacer es, como digo, ir de dignos, ser unos arrastrosos y luego ladrar en twitter y en ruedas de prensa. Y tratar de imponer tiranías sentimentaloides y haciendo como esto es algo insólito o nunca visto. Porque no lo es, mal que así sea.
Los jugadores fueron valientes, se retiraron del campo en solidaridad con su compañero. Si hubieran habido protocolos, que no los hay, o alguien del club hubiera bajado al vestuario a apoyarlos cuando se les amenazó con la perdida del partido y de puntos, asumiendo la posible sanción, otro gallo hubiera cantado.
Pero bueno, otra muesca más en la relación de Meriton con la plantilla. Lo malo es que una mas ya no importa.