SENTIMENT CHE

Alex21 escribió:Joder, estoy disfrutando como un enano con esta Eurocopa, yo no sé que más se puede pedir. ¿Cuando vamos a tener a un secretario técnico con ojo suficiente para fichar a alguno de estos?

''FaaS'' Wilkes escribió:Hiddink es el rey icon_alabanza icon_alabanza

Spawn escribió: Antes del partido dijo " Me gustaria convertir, en el mas grande traidor de Holanda" :!: :!: :!:

Reycob@ escribió: A-R-S-H-A-V-I-N

Sabía que era bueno, pero no sabía que podía dar tanto de si....IMPRESIONANTE. Jodidamente impresionante.

Y Pavlyuchenko es un muy buen delantero.

Yo fichaba a los dos en un pack, pero sobretodo a Arshavin icon_alabanza

dark-pablo escribió:Que llastima no aver vist a Hiddink entrenar al Valencia .... En quines temporaes el va entrenar??? :-k

Hiddink, «un figura»


Mirénle, sacando pecho, con la sonrisa de oreja a oreja y derramando lisura a su paso. Es Guus Hiddink, la charme del futbol, el técnico que, contra pronóstico, ha colocado a Rusia, en cuartos de final de esta Eurocopa. No es la primera vez -se apresurarán a proclamar sus devotas/as, que por estas tierras tiene unos cuantos/as- que coge a una selección de medio pelo y la pone en órbita. Cierto. Es su especialidad. Como muy currante no es, hace años que cambió el compromiso diario con un club, por la tarea más espaciada con las federaciones, que le deja mucho más tiempo libre para el golf y otros entretenimientos. A la primera que atracó fue a la federación de su propio país. Su etapa como responsable de Holanda fue la de mayor decadencia de la Naranja mecánica. No rascó bola. Así que decidió enrolarse en selecciones de perfil bajo, sin ninguna exigencia, como Corea y Australia, quienes, ganando un par de partidos, se convierten en la revelación de los torneos. Y, efectivamente, Jus-Elín -así le conocemos sus detractores en la intimidad- da el pego.
No diré yo que este tipo sea mal entrenador. Pero si aseguro que es mejor vividor, desleal persona y, sobre todo, gran jardinero. Si de Miguel Muñoz se decía que tenía una flor en salva sea la parte, ¿que no cultivará este hombre?. Una rosaleda entera, desde allí donde termina la espalda, hasta los pies. Su historial, lo atestigua: logró una Copa de Europa con el PSV tras superar sendas eliminatorias ante el Girondins y el Real Madrid, por mejor coeficiente de goles; en la final se impuso al Benfica por penaltis. Dicho de otro modo: obtuvo el título que le lanzó al estrellato, sin haber ganado ninguno de los cinco últimos partidos de esa Copa de Europa.
Atraído por esos éxitos deslumbrantes, le fichó Roberto Gil, Secretario técnico del Valencia. Unos meses después Guus le había arreado la puñalá trapera a él y a Arturo Tuzón, el presidente del club para el que, supuestamente trabajaba, y le pagaba. Aquí fue ¡campeón de invierno!, excitante título que le valió ser galardonado con el Importante que otorga este periódico. Eran tiempos de sequía en el VCF. Hiddink controlaba a la perfección eso que se llama el entorno. En su caso, y siguiendo las recomendaciones de la ministra Bibiana Aído, habría que añadir que, muy especialmente, la entorna. Tras protagonizar rocambolescos episodios que le valieron el despido, Paco Roig le repuso, le utilizó como bandera de Romario, y le largó en un pis-pas.
Del Madrid y del Betis salió por la puerta trasera. Pero, éso, está borrado de su currículo. Xe, un figura.

Hiddink, «un figura»


Mirénle, sacando pecho, con la sonrisa de oreja a oreja y derramando lisura a su paso. Es Guus Hiddink, la charme del futbol, el técnico que, contra pronóstico, ha colocado a Rusia, en cuartos de final de esta Eurocopa. No es la primera vez -se apresurarán a proclamar sus devotas/as, que por estas tierras tiene unos cuantos/as- que coge a una selección de medio pelo y la pone en órbita. Cierto. Es su especialidad. Como muy currante no es, hace años que cambió el compromiso diario con un club, por la tarea más espaciada con las federaciones, que le deja mucho más tiempo libre para el golf y otros entretenimientos. A la primera que atracó fue a la federación de su propio país. Su etapa como responsable de Holanda fue la de mayor decadencia de la Naranja mecánica. No rascó bola. Así que decidió enrolarse en selecciones de perfil bajo, sin ninguna exigencia, como Corea y Australia, quienes, ganando un par de partidos, se convierten en la revelación de los torneos. Y, efectivamente, Jus-Elín -así le conocemos sus detractores en la intimidad- da el pego.
No diré yo que este tipo sea mal entrenador. Pero si aseguro que es mejor vividor, desleal persona y, sobre todo, gran jardinero. Si de Miguel Muñoz se decía que tenía una flor en salva sea la parte, ¿que no cultivará este hombre?. Una rosaleda entera, desde allí donde termina la espalda, hasta los pies. Su historial, lo atestigua: logró una Copa de Europa con el PSV tras superar sendas eliminatorias ante el Girondins y el Real Madrid, por mejor coeficiente de goles; en la final se impuso al Benfica por penaltis. Dicho de otro modo: obtuvo el título que le lanzó al estrellato, sin haber ganado ninguno de los cinco últimos partidos de esa Copa de Europa.
Atraído por esos éxitos deslumbrantes, le fichó Roberto Gil, Secretario técnico del Valencia. Unos meses después Guus le había arreado la puñalá trapera a él y a Arturo Tuzón, el presidente del club para el que, supuestamente trabajaba, y le pagaba. Aquí fue ¡campeón de invierno!, excitante título que le valió ser galardonado con el Importante que otorga este periódico. Eran tiempos de sequía en el VCF. Hiddink controlaba a la perfección eso que se llama el entorno. En su caso, y siguiendo las recomendaciones de la ministra Bibiana Aído, habría que añadir que, muy especialmente, la entorna. Tras protagonizar rocambolescos episodios que le valieron el despido, Paco Roig le repuso, le utilizó como bandera de Romario, y le largó en un pis-pas.
Del Madrid y del Betis salió por la puerta trasera. Pero, éso, está borrado de su currículo. Xe, un figura.